Prosa

Este género tuvo un lugar trascendental en el Neoclasicismo y fue evolucionando junto con el mismo. Al principio se escribe preponderantemente en forma de crítica y de ensayo. Es aquí donde sobresale Fray Benito Jerónimo Feijoo con su obra principalmente didáctica como son sus Cartas Eruditas:


Ni son más eficaces, a la reserva de uno sólo, los demás que se han discurrido contra el Sistema Copernicano; aunque es verdad, que la falencia de ellos no está tan en la superficie; que no sea menester algo de Física para descubrirla.

A mediados del siglo, la literatura en prosa se ve doblegada a la supremacía de la razón. Y es aquí donde encontramos Cartas Marruecas de José Cadalso e Inconvenientes de un viaje en coche de Gaspar Melchor de Jovellanos. He aquí un breve fragmento de esta obra:

Caminar en coche es ciertamente una cosa muy regalada, pero no muy a propósito para conocer un país. Además de que la celeridad de las marchas ofrece los objetos a la vista en una sucesión demasiado rápida para poderlos examinar, el horizonte que se descubre es muy ceñido, muy indeterminado, variado de momento en momento, nunca bien expuesto a la observación analítica.
                                                                                (www .epdlp.com)