A pesar de que hubo varios autores valiosos en esta época, enfocaremos nuestra atención en las dos autores más representativos del Neoclasicismo: Samaniego y Moratín.
Félix María Samaniego
Nació en el año de 1745 en Laguardia, España y murió en el mismo lugar en 1801. En Francia se contagió de ese espíritu de libertad y sed de crítica para con la política y la iglesia, así fue que formó parte de la ilustración.
Nació en el año de 1745 en Laguardia, España y murió en el mismo lugar en 1801. En Francia se contagió de ese espíritu de libertad y sed de crítica para con la política y la iglesia, así fue que formó parte de la ilustración.
Admirado por su ingenio y rapidez de palabra satírica, se convirtió en el centro de entretenimiento de diversas reuniones. No obstante, esto también le trajo problemas, pues sus versos burlones y pícaros molestaron a más de uno, e incluso su habilidad le ganó visitas al juzgado.
Autor de las Fábulas Morales, que fueron compuestas con el carácter didáctico de la literatura neoclásica y publicadas en 1781. Las más destacadas son: La lechera, El león y la zorra, El águila y los animales, Las moscas y La zorra y el cuervo.
Leandro Fernández de Moratín
Leandro Fernández de Moratín
Se dedicó principalmente a las poesías satíricas de los cuales podemos destacar Lección poética, Sátira contra los vicios introducidos en la poesía castellana, La despedida y Elegía a las musas. Su comedia más famosa e importante es El sí de las niñas, una comedia de perfecta construcción, con un diálogo natural y adecuadamente elaborado.
